Análisis: Defensa Anti-Misiles Europea y la Militarización del Espacio

Por: Taylor Dinerman
Lunes, 25 de Agosto de 2008

USAF)

The deployment of US missile defense interceptors in Poland will affect, among other things, European military space plans. (credit: USAF)


El acuerdo del 20 de Agosto para el estacionamiento de los Interceptores Basados en Tierra de los EE.UU. (GBI-Ground Based Interceptors) en Polonia, los cuales se utilizarían para deteriorar o destruir los misiles de largo alcance Iraníes que (supuestamente) amenazan Europa o los Estados Unidos fue, sin lugar a duda el resultado directo de la invasión Rusa de Georgia. Desde un punto de vista político, Polonia quiso enviar un mensaje, tanto a Moscú como a Washington, sobre de que lado están, incluso si involucrase el entablar un acuerdo (de alguna manera menospreciado) desde el punto de vista de Varsovia. Ahora que el acuerdo ha sido firmado, los EE.UU. deberían actuar generosamente y proveer a Polonia mucho mas apoyo del que le es requerido a los EE.UU. Además, la OTAN deberá prestar mucha mas atención al tema de la defensa anti-misiles, de lo que lo ha hecho en el pasado.

A cambio del estacionamiento y despliegue de tan solo diez interceptores (GBI) en Polonia, los EE.UU. han acordado el despliegue de solo una batería de misiles PAC-3 Patriot de defensa anti-aeria de corto alcance en suelo Polonés. Esto es mucho menos de lo que Polonia verdaderamente necesitas para proporcionarle un nivel razonable de protección frente una enfadada y resentida Federación de Rusia. Esta batería es simbólicamente importante, aunque los Polacos necesitan mucho mas que un mero símbolo.

Rusia dispone de miles de armas tácticas y armas nucleares operacionales tácticas, montadas en misiles balísticos. Aparentemente ya no están apuntando/amenazando a nadie en particular, aunque ello ya no debería importar demasiado a los Polacos o a otros en el Centro y Este de Europa, los cuales una vez más se sienten amenazados por Rusia. Estas naciones disponen de poca fe sobre si pueden contar con sus aliados de la Unión Europea para que den la cara por ellos frente a una emergencia, así que naturalmente se dirigen a los EE.UU. y la OTAN para su apoyo.

Sería un error por parte de los líderes en Washington, el hecho de simplemente divisar a dichas naciones como a lugares donde estacionar sus interceptores. Al mismo tiempo que el acuerdo de la defensa anti-misiles se ha firmado, los EE.UU. y Polonia han firmado también una Declaración de Cooperación Estratégica. Esto tiene el potencial de hacer de base para un nuevo y ensanchado vínculo de programas científicos y tecnológicos con Polonia.

Los Polacos, tradicionalmente han sido gentes de un cierto nivel científico. Copernico fue solo el primer y mejor conocido científico Polaco. Hoy, hay cientos de hombre y mujeres bien entrenados en dicho país y otras partes de la región que están listos para contribuir a cualquier número de programas de investigación de cierta importancia a nivel estratégico, incluyendo los relacionados con tecnologías de defensa anti-misiles. Quizás parte del dinero de los «Nunn-Lugar» que los EE.UU. han gastado para dar empleo a científicos e ingenieros Rusos en varios proyectos supuestamente para evitar que sean absorbidos y empleados por Irán o otras naciones deshonestas, las cuales podrían desviar su apoyo a investigadores en dichas naciones.

También existe otra pregunta abierta sobre cómo el sistema de defensa anti-misiles de Polonia sería integrado con el estadounidense. ¿Tendría Polonia, así cómo Japón e Israel, el acceso para disponer, de una manera limitada, a datos de satélites del Programa de Apoyo de Defensa (DSP, por sus siglas en inglés) y a otros del Infrarrojo Basado en el Espacio (SBIRS) que los están reemplazando? El sistema de EE.UU. ya está usando el arsenal de radares del Reino Unido y de Groenlandia en Thule. El nuevo radar en la República Checa podría ser útil para mucho más que el simple seguimiento de misiles de Oriente Medio.

Rusia ha dado a muchos de los aliados de América, y a los que quieres serlo, nuevas razones para querer integrar sus sistemas con los de los EE.UU. Ucrania ha ofrecido ya el uso de un enorme radar que anteriormente fue soviético. Este no sería de gran utilidad para el seguimiento de misiles lanzados desde Rusia, pero sí sería de utilidad para vigilar sobre el Mediterráneo. Sería interesante ver si Francia está de acuerdo en proveer datos del nuevo radar que planea construir para el sistema de alerta temprana de la OTAN.

En unos años, Polonia y la OTAN pueden requerir la revisión del sistema de alerta y seguimiento. Un nuevo sistema táctico de defensa aérea y de defensa anti-misiles conocido como MEADS (Medium Air Defense System) está siendo construido por una empresa conjunta entre EE.UU, Alemania e Italia. Este sistema, el cual utiliza misiles PAC-3, podría tratarse de algo a lo que Polonia y sus vecinos deberían procurar estar interesados.
Como programa multinacional, debería ser más fácil integrar a nuevos socios en este sistema que en el puramente Americano. También, un nuevo esfuerzo de la OTAN sobre defensa anti-misiles debería ser más «apetecible» para los Europeos.

La esperanza del Presidente Sarkozy en cuanto a una nueva fuerza espacial militar Europea podría suponer una fatalidad inesperada de la invasión Rusa de Georgia. Los nuevos satélites «Euro DSP» que él quiere construir podrían entrar en funcionamiento mucho antes de los esperado, aunque podría acabar tratándose de equipamientos de la OTAN y no Europeos. Polonia y los otros estados del anterior Pacto de Varsovia podrían ahora insistir que si Europa va a construir un nuevo sistema espacial militar, que éstos sean construidos con sus requerimientos en mente. Y podrían estar preparados para invertir en unos que apoyen a la Alianza Occidental como un todo.

Las circunstancias forzarán al nuevo Presidente de los EE.UU. a considerar seriamente la arquitectura de defensa anti-misiles que las administraciones de Bush y Clinton han establecido. La tecnología esta siendo desarrollada, probada y desplegada de una manera lenta y metódica, bien adaptada al escenario post 1989. Ese mundo ya no es así. Un cambio no deseable se cierne sobre nosotros, América y sus aliados deberán llevar a cabo respuestas dolorosas.


Taylor Dinerman es un autor y periodista basado en la Ciudad de Nueva York.
Traducción: NPAE/ICIS Staff